



En verano, los días son tan intensos y luminosos que la lista de tareas pendientes pasa a engrosar una espera que se alarga. Sin embargo, aún estoy a tiempo de recomponer los recuerdos que tengo de una fantástica fiesta celebrada el 27 de junio en HalfHouse, Vallvidrera. Me refiero a la cálida recepción que ofreció el equipo de Bar Project para celebrar su segundo aniversario. Una estancia familiar en la que todos, o nos conocíamos, o nos habíamos cruzado en alguna exposición, o simplemente rebozábamos de complicidad por la frescura de un espacio compartido en el que la hospitalidad fue la protagonista. Esa sensación no es habitual y cuando se logra propicia comportamientos fluidos, además de múltiples resonancias. Agradezco esa tarde de verano y deseo que todos los integrantes de Bar Project sigan siendo consecuentes con sus búsquedas. Aplaudo tanto la elección del lugar de festejo, la comida, los momentos Absolut, como la invitación de Natalia Sorzano, que nos hizo viajar a Colombia en pleno Mediterráneo. Fascinante. Y por muchos años más. La infancia promete. Las imágenes con las cerbatanas son el testimonio del instante-regalo que le dimos a los anfitriones. Ojalá que los deseos voladores se cumplan; así empieza todo.